jueves, 22 de enero de 2015

Stephen Hawking, un ejemplo de superación

Como sabéis, estos días se ha estrenado 'La teoría del todo', una película biográfica basada en el científico Stephen Hawking. Aprovechando este evento, queremos hablar de la figura de Stephen Hawking como un ejemplo de superación.

Como sabréis Stephen Hawking es un físico y divulgador que ha alcanzado gran reconocimiento mundial por sus aportaciones en el campo de la astrofísica y su capacidad de transmitir este conocimiento en libros que han logrado batir récords de ventas acercando la ciencia al público general.

Pero si hacemos una entrada en este blog dedicada a él es por el gran ejemplo de superación, constancia y lucha contra la enfermedad que personifica y que le ha hecho merecedor del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Stephen Hawking padece esclerosis lateral amiotrófica desde que le fue diagnosticado con 21 años. Como a muchas otras personas con esta enfermedad, se le dio una cortísima esperanza de vida. Sin embargo su fuerza de voluntad y la ayuda de las personas que le rodeaban hizo posible que muchos años después siga dando conferencias por el mundo.

Nos gusta ver que a pesar de su movilidad reducida o de la necesidad de utilizar un sintetizador para sustituir a su propia voz, Stephen Hawkings no se ha rendido y ha seguido tratando de ser autónomo y haciendo aportaciones a la humanidad. Su imagen es importante para hacernos ver que padecer una discapacidad no es motivo para que nadie sea infravalorado o arrinconado y que padecer enfermedades que nos limiten no tiene que hacernos perder la ilusión y las ganas de luchar para superarla y disfrutar de todas las cosas maravillosas que nos rodean.

¡Ponte en su lugar!

Con motivo de la celebración del día de las personas con discapacidad nuestros alumnos se pusieron en la piel de personas con diferentes tipo de discapacidad y, después de un período de reflexión, han querido compartir sus experiencias con todos nosotros.

Uno de nuestros alumnos de 1º de E.S.O. nos cuenta:

“En tutoría hicimos una actividad de empatía con respecto a los ciegos. Nos hicimos unas gafas con el plástico de subcarpetas así que no podíamos ver nada.”

Los alumnos recorrieron el centro con los ojos cubiertos por unas gafas de plástico translúcido que les impedía la visión completa y nítida, sin embargo sí podían percibir luces y sombras de los bultos al modo como las personas con cataratas o con pérdida parcial de visión perciben la realidad.

"Es muy duro no reconocer a las personas o no ver las cosas. Fue una actividad que me hizo ver que los ciegos tienen una vida más difícil. No ver es muy agobiante y hay que tener una gran fuerza de voluntad para superarlo."

En 3º de E.S.O. la actividad consistió en hacer un perro de origami con un trozo de papel siguiendo las instrucciones que recibían de un video explicativo. Algunos de los alumnos tenían los ojos tapados, otros tapones que les impedían la audición, otros tenían la movilidad de las manos reducida y otros no podían levantarse de la silla. Sin embargo todos debían entregar su papel en la mesa del profesor. Para ponerles a prueba, convertimos la actividad en un concurso en el que los diez primeros en completar la actividad ganaban. 

Los alumnos a los que les había tocado tener alguna limitación se quejaron al ver que estaban en condiciones de inferioridad y que nadie se había preocupado de poner unos subtítulos al vídeo o de pasar a recoger las figuras para ponerles en igualdad con sus compañeros. Al comenzar la actividad se produjeron situaciones muy curiosas: algunos alumnos con 'discapacidad' lograron estar entre los diez primeros a pesar de sus dificultades porque no se rindieron y buscaron la manera de superar sus limitaciones, otros acabaron a tiempo pero no pudieron entregar su perro porque sus compañeros, enfocados en ganar, no se preocuparon de ayudarles. Sin embargo, la experiencia más bonita nos la proporcionaron Lucía Muñoz y Víctor López. A Víctor le había tocado ser invidente y, cuando Lucía se dio cuenta de que no podría siquiera hacer la actividad porque no veía el tutorial, sacrificó su victoria para ayudar a Víctor explicándole los pasos y ayudándole. 

Lucía nos cuenta su experiencia:

"A mi compañero le tocó ponerse en el lugar de un ciego mientras veíamos un vídeo sobre cómo hacer un animal de papel, por lo que sólo podía guiarse por el oído. Los primeros en acabar ganaban. Empezó el vídeo y ví que a él le costaba bastante seguirlo, así que involuntariamente empecé a ayudarle para que al menos pudiera hacerlo aunque no ganáramos el premio."

Al terminar la actividad reflexionamos sobre las barreras con que se encuentran las personas con discapacidad y lo difícil que, a veces, es superarlas. También fuimos conscientes de que muchas de estas barreras se podrian eliminar con voluntad, pero en muchas ocasiones nos comportamos como en el concurso, olvidando las necesidades de los demás, aunque sea sin mala intención.

¿Por qué no tratamos todos de imitar los excelentes ejemplos de generosidad y superación que nos proporcionaron algunos de nuestros alumnos?